LA PRÓSTATA
A un viejecito lo iban a operar de la próstata y la enfermera una monjita con mucho pudor le dijo que primero había que afeitarle en esas partes.
Sostuvo con cuidado la punta del pene para poderlo afeitar. Al rato y con el movimiento al afeitarlo el paciente viejito le dijo:
- Hermana ya la puede soltar que ya se mantiene sola...
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