EN EL CONFESIONARIO
Una joven llega al confesionario, el cura escucha el crujir de la madera y abre la ventana.
- Ave Maria Purisima.
- Sin pecado concebida, Padre.
- Acúsome Padre de estar con mi novio y de que me besó apasionadamente.
- Bueno, te besó apasionadamente, ¿y qué más?.
- Me dejé llevar y me besó las tetas.
- Bueno, te besó las tetas, ¿pero qué más?.
- Luego me hizo el amor.
- Bueno, te hizo el amor, ¿pero qué más?.
- En un descuido me dio vuelta y me rompió el culo.
- Bueno, te rompió el culo...
A lo lejos el monaguillo gritaba:
- ¡Padre Benancio lo llama el Obispo, es urgente!.
- No se vaya niña, nos quedamos en que le rompió el culo, ¡eh!.
Como el cura demoraba, la chica se fue.
Luego, entra a confesarse un homosexual, justo en el momento en el que el cura ingresaba al confesionario.
El mariconsito se arrodilla y el cura abre la ventanita y le dice:
- Bueno, te rompieron el culo, ¿y qué mas?.
El mariconsito sorprendido mira al cura y le dice:
- ¡¡¡BRUJO!!!.