CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO FEROZ
Una vez Caperucita Roja fue a visitar a su abuelita sin saber que a su abuelita se la había comido el lobo, entra a la casa y dice:
- Abuelita, qué ojos tan grandes tienes.
Y la abuelita dice:
- Es para verte mejor.
Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:
- Abuelita, qué orejas tan grandes tienes.
Y la abuelita dice:
- Es para escucharte mejor.
Caperucita vuelve a insistir:
- Abuelita, qué nariz tan grande tienes.
Y la abuelita le dice:
- Es para olerte mejor.
- Abuelita, qué boca tan grande tienes.
Y la abuelita contesta ya cansada de sus preguntas:
- Vale ya ¿no?, ¿A qué viniste, a visitarme o a criticarme?
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