LAS VEGAS
Regresa un gallego de un viaje a Las Vegas y Pepillo le pregunta cómo le fue.
- Bien - contesta Venancio -, hay unas máquinas tragamonedas sensacionales. Le eché una moneda y gané. Le eché otra y volví a ganar. Finalmente tuve que desistir pues ya no sabia qué hacer con tantas cocacolas.
Añade tus comentarios